Hablarnos a nosotros mismos
¿Te has parado a pensar la forma en la que nos hablamos? Debemos hablarnos a nosotros mismos con respeto y sin recriminaciones, pero últimamente he notado la manera en la que se hablan a sí mismas algunas personas cercanas, y me he dado cuenta que no me gusta nada como lo hacen. Lo que me ha llevado a pensar que si ellos se hablan así, ¿cómo lo hago yo?
Porque si no me gusta que insulten a nadie, menos me gusta el que lo hagan a una persona a la que quiero. Y es eso precisamente lo que se hacen, y nos hacemos a nosotros. ¿Te has dado cuenta, cuando algo nos sale mal, cómo nos decimos que tontos o idiotas somos? Y lo vemos como algo normal y lógico.
Pero de un tiempo a esta parte, me he encontrado en varias ocasiones diciéndole a un ser querido que no se diga cosas malas, que no se menosprecie ni se insulte, porque me duele el escuchar eso. Y llevado a mí, es cierto que yo también lo hago, y me temo que mucho.
Hay estudios que demuestran que hablar consigo mismo es algo muy bueno, no es de locos, como siempre hemos pensado. Al revés, es positivo. Mantener un diálogo interno nos sirve para mejorar nuestra concentración, percepción y capacidad intelectual. Los niños tienen muchas conversaciones de este tipo, y al ir creciendo estas se van interiorizando, y al final casi dejamos de hacerlo en voz alta.
Primeramente, nos ayuda a organizar la información y estructurarla en el lenguaje, mejora nuestra capacidad de reflexión. Además nos hace tomar conciencia de nuestros pensamientos, nos hace prestar más atención a lo que estamos realizando, nos concentramos mejor y no nos distraemos tanto, lo que también nos refuerza en nuestro comportamiento y motivación. Como veis, el hablar con nosotros mismos, ya sea en voz alta o no, es una buena y sana costumbre.
Sin embargo, para muchos llega a ser un mal hábito porque se abusa de las conversaciones llenas de negatividad. Demasiadas veces tan sólo nos dirigimos a nosotros mismos para recriminarnos equivocaciones, o decisiones erróneas, o castigarnos por no llevar a cabo lo que nos proponemos, o cualquier otra cosa mala que nos decimos casi como si aprovechásemos la ocasión para dar rienda suelta a nuestro deseo de castigarnos o fustigarnos. Y más si tienes un estado de ánimo bajo o decaído, ahí ya vamos a la yugular, a por todas para derribar al más débil.
Así que cambiemos, siempre a mejor, y hablémonos como nos gustaría que nos hablasen los demás, como lo haríamos con un amigo. No nos tratemos como si fuésemos nuestro propio enemigo, ¡querámonos y respetémonos como nos merecemos! Ni más, ni menos.
Para ello los expertos dicen que es positivo empezar nuestro diálogo interno llamándonos por nuestro nombre. Así tendremos mayor conciencia de nuestro “yo” y conseguiremos una voz interior más calmada, que nos hará sentir más seguros, con lo que lograremos pensar con mayor claridad y perspectiva, además de mejorar nuestra autoestima.
Se me ocurren algunas situaciones en las que puede ser útil mantener alguna que otra charla interior, como:
- Cuando me equivoque en algo: intentaré hablarme de manera amigable, sin insultarme ni recriminarme, siendo más comprensiva conmigo igual que lo soy con los demás, me diré algo como: “¡Uy, Suzet, te ha salido mal, inténtalo de nuevo, que la próxima vez te saldrá bien!” o “Suzet, fíjate mejor en lo que estás haciendo”.
- Si tengo un problema al que parece que no le encuentro solución: me llamaré por mi nombre, poniendo atención en lo que me preocupa sin distraerme y reflexionando sobre ello. Puede que incluso charle en tercera persona y lo vea desde otra nueva perspectiva.
- En situaciones de estrés: voy a decirme: “Suzet, respira profundamente, relájate y céntrate en lo que estás haciendo en este preciso momento, no en lo que viene después, sino en lo que tienes ahora entre manos”.
- Si estoy en una etapa difícil: “Suzet, es un momento complicado pero lo superarás, ¡tú puedes con esto y con más!”.
O simplemente a lo largo del día, me pararé y departiré un ratito conmigo, para ver como me están yendo las cosas ese día o como me va la vida en general, porque a partir de ahora pienso conocerme mejor y ser una de mis mejores amigas, porque ¿qué mejor plan que una buena charla ConSuzet?
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4 Comentarios
miguelon
Muy útil, práctico y a tener muy en cuenta….me gustó mucho
Suzette
Me alegro, Miguel! Yo ya estoy intentando llevarlo a la práctica, me he callado un par de comentarios no muy halagüeños hacia mi persona, jeje. Y me siento mejor, fíjate!
Soraya
Qué bien Susi! Me ha gustado mucho y espero poder aplicarlo a mi vida diaria… A veces perdemos de vista nuestra propia estima que es lo que nos hace seguir adelante y ser mejores.
Suzette
Muchas gracias!! Es uno de los motivos de este blog, conseguir estar mejor con nosotros mismos, jeje. Ya iremos compartiendo ideas!