La Mujer y su Fertilidad

La concepción de fertilidad cambia mucho a lo largo de la vida de una mujer. La relación que tenemos con nuestra propia fertilidad, como nos sentimos respecto a ella, varía en las distintas etapas de nuestra edad fértil.

En los primeros años, en la adolescencia, somos muy conscientes de ella. Sobretodo por los cambios físicos y hormonales que produce en nuestro cuerpo. Pero también como esos cambios afectan a nuestra vida, a la percepción que los demás tienen de nosotras, comienza la cita mensual con la regla, etc. Pero realmente no nos paramos a pensar mucho en lo que significa menstruar, eso ya lo hacemos con unos años más.

Cuando comenzamos nuestra vida sexual el ser fértil es un rollo, reconozcámoslo. Desde nuestros primeros coqueteos con el sexo ya tenemos, o deberíamos tener, en la cabeza la idea de evitar una concepción no deseada. Vivimos un poco enfrentadas a nuestra fertilidad. Además de hacernos la vida más complicada durante unos días cada mes (sobretodo a las que sufrimos dismenorrea, o menstruación dolorosa), nos preocupamos por si ha ocurrido un posible embarazo accidental no buscado.

Esta etapa puede variar mucho según las distintas circunstancias que vivamos cada mujer. Puede que se extienda hasta la menopausia, si no deseamos ser madres, o que se acorte optando directamente por una ligadura de trompas. O quizás tenga muchos altibajos, si deseamos procrear pronto o dependiendo de los hijos que queramos.

Pero también esta fase de nuestra vida puede ser más larga por causas que no dependen tanto de nosotras: ampliación de estudios, incorporación tardía al trabajo, estabilidad económica, pareja adecuada, o simplemente, el no desear ser madre hasta haber vivido todo lo que queríamos experimentar antes de serlo.

El problema está cuando queremos tener un bebé a una edad donde las probabilidades biológicas de conseguir un embarazo son muy bajas. Dificultad por la que cada vez pasamos más mujeres y que me gustaría tratar más detenidamente en posteriores entradas.

Dentro de este periodo de años, que iría desde los 20 a los 45, dependiendo de la mujer, sus circunstancias y decisiones, es probable que hayamos experimentado la maternidad en varias ocasiones. O no, lo que hará que cada una nos enfrentemos al término de nuestra vida fértil de una manera distinta.

A lo mejor estás deseando ya acabar con el engorro del período. Puede que no quieras los cambios hormonales que conlleva la menopausia. O si no has sido madre, quizás quieras postergar el climaterio aún con más ahínco para seguir intentándolo. O simplemente no quieras desprenderte de una parte que ha sido esencial para tí durante tantos años de tu vida.

No sé cómo me sentiré cuando llegue el momento de despedirme de esta amiga con la que he descubierto, peleado, divertido, sufrido, apreciado, odiado y en los últimos años, entendido mejor. Pero seguro que, algo, la echaré de menos.