Actor turco Can Yaman de medio cuerpo con gafas de sol, collar, con barba y coleta, vestido con camiseta blanca escotada
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Romance, Erkenci Kus y Can Yaman

Estos días estoy rodeada de mucho romanticismo: me he enganchado a la telenovela turca “Erkenci Kus (Pájaro Madrugador)”, tengo un nuevo amor platónico (Can Yaman), en unos días cumpliré 4 años de relación (con mi verdadero Amor) y va a ser nuestro 2º año conviviendo juntos (yéndonos de maravilla). Y para más inri, ¡es primavera! Así que con tanto “love in the air” era imposible no escribir una entrada como esta.

Empecemos por Erkenci Kus, o mejor decir, Can Yaman. Porque fue debido a él que empecé a ver la novela. La casualidad hizo que me encontrase con este bello espécimen haciendo zapping, pero fue mi interés en él lo que me llevó a la serie.

Así que esperé su estreno en televisión, y tras comprobar que la historia de los protas me enganchaba, y que ese dios turco en verdad existía, pasé a buscarla en V.O. en Internet, y no he parado de verla en toda la semana. Eso sí, la recomiendo en versión original, ¡no sabéis lo que mola oír a nuestro “shan bei” con su propia voz mientras gesticula elocuentemente!

Sin embargo, a pesar del tiempo que le he dedicado estos días a esta telenovela, a mi babeo constante con Can Divit y las pocas horas de sueño, debo reconocer que me he ido saltando la tercera parte de ella, porque he de ser sincera, no es ninguna maravilla.

Además de tener mucho relleno, muchas, muchas tonterías, demasiados gritos y cosas absurdas, las escenas entre los protagonistas son deliciosas, me encantan los dos juntos, como él la mira, como ella lo desconcierta, lo cerca que siempre están… ¡ainss, cuánta tensión sexual pueden crear estos dos!

Y es que desde pequeñita me han encantado las historias de amor. Creo que todo empezó con el anime “Candy, Candy”, que hizo mucho daño a toda una generación, junto con las novelas de “Jazmín”, “Bianca” y demás, que leían mis tías en mi infancia, y para cuyo intercambio con amigas, me usaban a mí.

Aquí no voy a meter mucho a Disney, porque la verdad es que no veía sus películas, creo que la primera peli romántica que recuerdo es “El Ceniciento” de Jerry Lewis.

Aunque creo que lo que más me marcó fue leer con 13 años mi primera novela romántica, “Shanna”. Esa fue mi perdición. De ahí ya pasé a leer compulsivamente, y medio en secreto, este tipo de literatura.

Porque ahora lo pienso y quiero reivindicar este despreciado subgénero. No sé porque tenía que esconder el tipo de lectura que me gustaba. Siempre he disfrutado mucho leyendo, no solo leía novelas de romance, me gustan muchos géneros y tipos de escrituras, pero es cierto que con éste es con el que disfrutaba más. Si empezaba una historia, la vivía como si fuese yo la protagonista, y no podía parar hasta conseguir llegar a ese final feliz, que sabía que llegaría.

Porque seamos sinceros, hay grandes historias de amor en la literatura, que se consideran “aceptadas” y respetadas, pero que son tortuosas, dolorosas y muchas veces con finales poco felices o injustos. Y la realidad ya es bastante cruda y triste para encima tener que sufrir en la ficción. Así que para mí, estas historias, como tantas otras y tantos otros temas o intereses literarios, y/o cinéfilos o televisivos, me gustan mucho pero, debo decir, no me hacen tener una sonrisa de oreja a oreja ni hacer que me entren ganas de bailar y dar saltos.

Por cosas como estas me gustan tanto las historias románticas, pero, ¡no cualquiera me vale! Tienen que tener un “Je ne sais qou” que haga que me emocione y que viva las mismas emociones que los protagonistas. De esta forma me enamoro de los personajes masculinos, paso la misma vergüenza de los primeros encuentros amorosos, vivo las situaciones como si me estuviesen pasando a mí, y soy igual de feliz, o más, porque lo principal es que sé que todo va a acabar bien.

Así que aquí y ahora, cuento al mundo mi pasión por las historias de amor en cualquier formato, por Erkenci Kus, por Can Yaman y por mi C., que tendrá más significado para los seguidores de la telenovela, y sobretodo, para quienes me conocen en persona.

2 Comentarios

  • Consu

    Hola Susana! He encontrado tu blog viendo fotos de Can Yaman ( en mis ratos libres), para ser totalmente sincera, la verdad. Me ha encantado el post, ya que en todo momento me reconocía a mi misma en tus palabras. Yo también estoy enganchada a Erkenci Kus, hija alguna vía de escape hay que tener, verdad? Y Can pues » me motiva» por decirlo de alguna manera…. Además, he estado echando un vistazo al blog y está súper chulo. Y los buenos hábitos es algo que también me interesa, así que de vez en cuando me pasaré por aquí, espero que te vaya muy bien en esta nueva aventura, un saludo!!!

    • Suzette

      Es que Can Yaman es mucho Can!! Yo he pasado a ver otras telenovelas suyas, jeje. Muchas gracias por tus comentarios! Bienvenida y espero leernos mutuamente!

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